viernes, 3 de junio de 2022

RAP CULTURA ESCENCIAL EN MEDELLIN

 



En medio de casquillos de balas, fronteras invisibles e innumerables hechos violentos, en las comunas de Medellín se han consolidado con el paso de los años distintos ejercicios que, con un alto componente social, le han apostado a transformar su realidad a través del Hip Hop.

Para nadie es secreto que Medellín (al igual que gran parte del territorio nacional), desde la década de los ochenta fue escenario de próspera delincuencia. El sicarito era una labor codiciada por gran parte de los jóvenes que -en sus comunas- no tenían muchas alternativas para salir de la precariedad que habitaba en los caseríos como un integrante más de las familias.

El ingreso a escena y la masificación de las sustancias alucinógenas en los setenta en el país, derivó en la creación organizaciones dedicadas a explotar este fructífero negocio ilegal. El cartel de Medellín, de resonancia internacional, llegó a posicionarse en los principales mercados norteamericanos y europeos: Nueva York, Miami y Los Ángeles, Madrid y otras importantes capitales.

Años más tarde, a pesar de la muerte de Pablo Escobar en diciembre de 1993, la violencia se agudizó y el número de víctimas no disminuyó, como el poco diligente gobierno de César Gaviria esperaba. El posicionamiento de Medellín como una de las mecas del narcotráfico y la delincuencia, motivó a la ciudadanía a generar iniciativas por la transformación social. Con el paso de los años, los habitantes de la ciudad fueron apropiándose de sus territorios y organizándose para crear iniciativas que, con un alto componente social, pudieran suprimir de raíz o al menos combatir, los desmanes de la realidad.




En medio de esa violencia los jóvenes de las comunas vulnerables fueron quizá los más afectados. Sin oportunidades educativas ni laborales, tampoco referentes simbólicos (pues la misma violencia los destruía), fueron presa fácil del narcotráfico, su modelo sicarial y del “dinero fácil”.


Y mientras la violencia se apoderaba de la ciudad, el mundo vivía un boom musical: el del rap. Este género nació a finales de los 60 en el Bronx de Nueva York y no era más que una mezcla entre los sonidos traídos de las costas africanas y los ritmos característicos de los ghettos de aquella ciudad. Poco a poco se fue consolidando, no solo como música, sino también como cultura hip hop y desde 'la gran manzana' se exportó al resto del mundo.

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